Uñas Encarnadas (Onicocriptosis)
Uñas encarnadas (Onicocriptosis): alivio del dolor y la inflamación
La onicocriptosis aparece cuando el borde de la uña se clava en la piel del dedo, generando dolor al caminar o calzarse, enrojecimiento, inflamación e incluso supuración. Suele estar relacionada con cortes de uña curvos, calzado estrecho, traumatismos repetidos, sudoración excesiva o ciertas formas de la uña. Es frecuente en adolescentes, deportistas y durante el embarazo, pero puede afectar a cualquier persona. En consulta realizo una valoración integral para determinar el grado del problema y elegir el abordaje más adecuado. El objetivo es eliminar la espícula que se clava, controlar la inflamación y prevenir recidivas, siempre con técnicas seguras y lo menos invasivas posible.
Protocolo de actuación (según el caso)
- Desinfección y retirada de la espícula (desbridamiento) para alivio inmediato.
- Control de la inflamación/infección con curas y pauta tópica si procede.
- Técnicas conservadoras: ortonixia (láminas/brackets que corrigen la curvatura), taping, protectores o férulas de silicona.
- Tratamiento definitivo en recidivas: cirugía ambulatoria mínimamente invasiva (matricectomía parcial con anestesia local).
- Educación del corte de uñas y revisión del calzado para evitar que vuelva a clavarse.
Solución eficaz para que la uña no vuelva a clavarse
Tras el tratamiento, el dolor disminuye de forma notable y el tejido periungueal se recupera en pocos días con curas sencillas en casa. Cuando está indicado, la cirugía ambulatoria ofrece una resolución alta y duradera, con reincorporación rápida a la vida cotidiana. Además del procedimiento, dedico tiempo a explicar hábitos preventivos que marcan la diferencia: cómo cortar correctamente, qué calzado elegir y cómo cuidar la piel del dedo para reducir la presión.
Beneficios y resultados
Recomendación: cortar las uñas rectas (sin “picos”), usar calzado con puntera ancha, secar bien los pies y evitar manipular la uña en casa. Si padeces diabetes o problemas vasculares, acude siempre al podólogo ante los primeros síntomas.
- Alivio rápido del dolor y mejora inmediata al caminar.
- Cicatrización controlada y reducción del riesgo de infección.
- Opciones conservadoras y quirúrgicas, según la gravedad y antecedentes.
- Procedimientos seguros, ambulatorios y con anestesia local.
- Prevención de recidivas mediante educación y seguimiento personalizado.
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