El pie de atleta o tiña pedis es una de las infecciones de la piel más comunes que existen. A pesar de su nombre, no solo afecta a deportistas, sino que puede desarrollarse en cualquier persona. De hecho, se estima que 1 de cada 7 personas la padece en algún momento de su vida, y el riesgo de sufrirla a lo largo de la vida alcanza el 70%.
¿Qué es el pie de atleta?
El pie de atleta es una infección causada por hongos que afecta principalmente a los pies. Los responsables más frecuentes son dos tipos de hongos llamados Trichophyton rubrum e interdigitale, que prosperan en ambientes cálidos y húmedos.
Estos hongos se alimentan de la queratina (una proteína presente en la piel, uñas y cabello), lo que les permite extenderse por las capas superficiales de la piel del pie.
¿Por qué se produce?
Factores de riesgo principales:
- Sudoración excesiva de los pies (hiperhidrosis)
- Uso prolongado de calzado cerrado que no permite la ventilación
- Contacto frecuente con agua o ambientes húmedos
- Uso de piscinas, gimnasios o vestuarios comunitarios
- Caminar descalzo en zonas públicas húmedas
Condiciones que aumentan el riesgo:
- Diabetes
- Problemas de circulación
- Obesidad
- Dermatitis atópica
- Psoriasis
- Sistema inmunitario debilitado
¿Cómo se contagia?
El pie de atleta es altamente contagioso. La forma más común de transmisión es el contacto directo entre convivientes, ya sea por tocar piel infectada o por contacto con esporas del hongo presentes en:
- Suelos de duchas y vestuarios
- Toallas compartidas
- Calcetines o zapatos contaminados
- Superficies húmedas
Síntomas: ¿Cómo reconocer el pie de atleta?
El pie de atleta puede presentarse de tres formas diferentes:
1. Forma interdigital (la más común)
Ubicación: Entre los dedos de los pies, especialmente entre el 4º y 5º dedo.
Síntomas:
- Enrojecimiento de la piel
- Grietas o fisuras
- Descamación blanquecina
- Picor intenso (síntoma más frecuente)
- Escozor y dolor en las grietas
- Mal olor si se complica con bacterias
2. Forma hiperqueratósica o «en mocasín»
Ubicación: Plantas y laterales del pie, puede extenderse al dorso.
Síntomas:
- Piel muy engrosada y escamosa
- Forma un patrón que recuerda a un mocasín
- Evolución crónica y lenta
- Picor leve o ausente
- Difícil de tratar
3. Forma dishidrosiforme
Ubicación: Solo en las plantas de los pies.
Síntomas:
- Aparición súbita de pequeñas ampollas con líquido claro
- Base enrojecida
- Picor muy intenso
- Las ampollas se rompen dejando erosiones
- Reaparece periódicamente
Síntomas adicionales
- En algunos casos puede aparecer una erupción con picor en las palmas de las manos como reacción del sistema inmunitario
- Puede asociarse con infecciones de las uñas (onicomicosis)
Prevención: Cómo evitar el pie de atleta
Medidas de higiene personal:
- Lava y seca bien los pies todos los días, especialmente entre los dedos
- Cambia los calcetines diariamente, preferiblemente de algodón o materiales transpirables
- Usa calzado transpirable y evita llevarlo cerrado durante períodos prolongados
- Alterna el calzado para permitir que se seque completamente
- Usa talcos antifúngicos si tienes tendencia a sudar mucho
En lugares públicos:
- Nunca camines descalzo en vestuarios, duchas públicas, piscinas o saunas
- Usa chancletas o sandalias en estas áreas
- No compartas toallas, calcetines o calzado
- Sécate bien los pies después de usar instalaciones públicas
Control de la humedad:
- Mantén los pies secos durante el día
- Usa polvos absorbentes si es necesario
- Trata la sudoración excesiva si es un problema recurrente
- Ventila el calzado regularmente
Tratamiento: Cómo curar el pie de atleta
⚠️ Importante: Consulta profesional
Aunque existen tratamientos de venta libre, es recomendable consultar con un podólogo o dermatólogo para un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado.
Tratamientos tópicos (primera opción)
Los antifúngicos en crema o gel son el tratamiento de primera línea:
Más efectivos:
- Terbinafina: Aplicar 2 veces al día durante 1 semana (forma interdigital) o 1 mes (forma en mocasín)
- Sertaconazol: Una vez al día (mejor cumplimiento)
Otras opciones:
- Miconazol, clotrimazol (requieren tratamiento más largo)
- Ciclopirox (ideal si hay sobreinfección bacteriana)
- Efinaconazol, naftifina, amorolfina
Tratamiento oral (casos complicados)
Se reserva para:
- Infecciones extensas o crónicas
- Casos que no responden al tratamiento tópico
- Pacientes inmunodeprimidos
- Cuando hay afectación de las uñas
Opciones principales:
- Terbinafina: 250 mg al día durante 2 semanas
- Itraconazol: 200 mg dos veces al día durante 1 semana
- Fluconazol: 150 mg a la semana durante 2-6 semanas
Consejos para el éxito del tratamiento:
- Completa todo el tratamiento aunque desaparezcan los síntomas
- Combina medidas higiénicas con el medicamento
- Trata el calzado con sprays antifúngicos
- Sigue las medidas preventivas para evitar recaídas
Cuándo consultar al especialista
Busca atención médica si:
- Los síntomas no mejoran después de 2 semanas de tratamiento
- La infección se extiende o empeora
- Aparecen signos de sobreinfección bacteriana (pus, mal olor intenso)
- Tienes diabetes u otras condiciones que afecten la cicatrización
- Desarrollas fiebre o malestar general
- Eres una persona con el sistema inmunitario comprometido
Conclusión
El pie de atleta es una infección muy común pero completamente curable con el tratamiento adecuado. La clave está en:
- Reconocer los síntomas a tiempo
- Mantener una buena higiene de los pies
- Seguir el tratamiento de forma completa
- Aplicar medidas preventivas para evitar recaídas
Recuerda que la constancia en el tratamiento y las medidas preventivas son fundamentales para superar esta infección y evitar que vuelva a aparecer.
Si tienes síntomas persistentes o dudas sobre el diagnóstico, no dudes en consultar con un profesional de la podología o dermatología para recibir un tratamiento personalizado.


